"Oh, Pai, quando eu era cego, não encontrava nenhuma porta que conduzisse
a Ti. Tu curaste meus olhos; agora descubro portas em todos lugares: os
corações das flores, as vozes de amizade, as recordações de
experiências encantadoras. A cada prece proferida, abre-se em mim uma
nova entrada ao vasto templo da Tua presença."
"¡Oh Padre! Cuando estaba ciego, no encontraba puerta alguna que condujera a Ti. Ahora que has sanado mis ojos, descubro puertas en todas partes: en el corazón de las flores, en las voces de la amistad, en el recuerdo de experiencias agradables. Cada ráfaga de mi oración abre una nueva entrada al espacioso templo de tu presencia."
"O Father, when I was blind I found not a door that led to Thee. Thou hast healed my eyes; now I discover doors everywhere: the hearts of flowers, the voices of friendship, memories of lovely experiences. Each gust of my prayers opens a new entrance to the vast temple of Thy presence."
"¡Oh Padre! Cuando estaba ciego, no encontraba puerta alguna que condujera a Ti. Ahora que has sanado mis ojos, descubro puertas en todas partes: en el corazón de las flores, en las voces de la amistad, en el recuerdo de experiencias agradables. Cada ráfaga de mi oración abre una nueva entrada al espacioso templo de tu presencia."
"O Father, when I was blind I found not a door that led to Thee. Thou hast healed my eyes; now I discover doors everywhere: the hearts of flowers, the voices of friendship, memories of lovely experiences. Each gust of my prayers opens a new entrance to the vast temple of Thy presence."
Paramahansa Yogananda, "Whispers from Eternity"
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